domingo, noviembre 02, 2008

Temor al Futuro, Carlos Amorales


Nuestro tiempo nos lleva a la paradójica pregunta sobre nuestro destino; sin espacio al sueño, un artista nos deja la pregunta muy clara suspendida en el aire de su obra plástica; él es Carlos Amorales, que sin temor a encontrar respuestas nos pregunta: ¿Por qué temer al futuro? Diseños digitales hacen de este autor el profeta del arte, presentó en el MUCA campus CU, en la ciudad de México una exposición de más de 400 dibujos en torno a un solo tema la incertidumbre del FUTURO… Con la sobrexposición de láminas monocromas en video, mural, o móvil nos topamos con dos metáforas muy marcadas, la griega del ave como presagio del futuro, y símbolo del paso del tiempo; y una más contemporánea, el avión como símbolo de la libertad, el sueño americano y la destrucción del hombre por intereses económicos. Este artista, también nos recuerda el uso de la cartomancia y al arte adivinatorio como respuesta al porvenir y la buenaventura. Es una exposición que nos lleva a buscar en nuestro interior para toparnos con la necesaria respuesta de lo que vendrá. Gracias a los elementos defragmentados o estilizados encontramos la alta calidad del dibujo como forma principal de los conceptos expresados por nuestro autor. Vemos imágenes desde telarañas hasta tipografía que unen la secuencia de lo que somos a lo largo del tiempo; desde sabernos nada comparados a los insectos, hasta el proceso de mostrarnos con distintas máscaras o movimientos que liberan la energía compelida en un ser humano a lo largo de su vida. Carlos Amorales nos regala un excelente video de 6’21” que ambientalizado con la música de piano nos hace adentrarnos en su mirada para entender lo que es el futuro, comprendido como una serie de eventos que van envolviendo al ser humano para configurarlo. Nos muestra las huellas que el tiempo va apropiándose para recrear al individuo completo a lo largo de su vida, como imagen del recuerdo; comparándolo así con las estaciones del año que van encallando en el viento para crear el destino del hombre, de ese ente que se construye con base en la experiencia y que termina, sin lugar a dudadas, como imagen desdibujada en la mente del observador, como simple recuerdo de su paso en el tiempo. En este video observamos al hombre como imitador o marioneta de las causas sociales y redentor de su propio destino, donde la metáfora más marcada es el vuelo del ave que nos lleva a recrear el símbolo de quietud con el que termina el video, sin ser así mismo el fin del hombre, sino como estampa del tiempo, como imagen de lo que tras el paso del hombre se configuró en sueños, como salvación al temor de lo que vendrá. Una mancha roja y un ave en picada nos demuestran que no hay futuro simple, que cada despertar nos da una nueva batalla, y que el hombre es como el ave es un fugaz sueño convertido en realidad y defragmentado al final del tiempo con el olvido de la imagen que de él se configuró.

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